Tras cumplirse en el año 2010 doscientos años del inicio de la Independencia de México y un siglo del aniversario del comienzo de la Revolución resurge la interrogante sobre la importancia y significación de esos procesos socio-históricos hoy día, especialmente por la manera en que marcaron de forma indeleble la historia de México; y más en el contexto actual caracterizado por cambios de diversa índole –social, cultural, económico- que hacen cuestionarnos las ideas que sobre el estado nacional teníamos por buena parte del siglo XX. En consecuencia, también se someten a escrutinio las narrativas, debates, discursos y posturas políticas sobre las cuales se fundaba el sustrato ideológico de los proyectos de nación y cuyo origen se remonta a los inicios de la centuria pasada. Hace falta una relectura crítica –reconstructiva y retrospectiva- de los imaginarios y las genealogías conceptuales sobre las que se basaron los nacionalismos mexicanos de variados cuños ideológicos –liberales, socialista y conservadores- durante principios del siglo XX, y que, además, nos remiten a autores tan variados y disímiles como Manuel Gamio, Justo Sierra, José Vasconcelos, Vicente Lombardo Toledano y los muralistas, entre muchos otros.
Uno de los autores menos abordados a este respecto ha sido Manuel Gamio, quien participó activamente en el proceso de reconstrucción de México, después de la Revolución de 1910. Por ello, desde una perspectiva histórico-antropológica, el presente trabajo, aborda, de manera general, cuál fue la representación de los indígenas y el lugar de estos grupos en el proyecto de nación (patria) que Manuel Gamio esbozó en Forjando Patria (1916), en el contexto de la parte final de la etapa armada de la Revolución y en el marco de los antecedentes inmediatos de la Constitución de 1917, preámbulos del inicio de la construcción del proyecto nacional...