El Estado mexicano surge de una Revolución, y como tal, su creación, sentido y existencia se decidió en la interpretación de ese acontecimiento. Tanto el Estado y la nación mexicanos se instauraron concibiéndolos desde diferentes ideologías e intereses como el proyecto surgido de esa revolución. En este espacio registraremos la investigacion de esas diversas perspectivas ideológicas, culturales e imaginarias.

martes, 20 de marzo de 2012

El Nacionalismo Económico Cardenista

Martha Sánchez 


Abordar el tema relativo al cardenismo no es tarea fácil. La  historiografía relativa a dicho periodo es cuantiosa y tanto la historiografía oficial como sus críticos han contribuido en la configuración de una figura emblemática en el imaginario nacional y sin duda, pieza clave en la conformación del sistema político mexicano actual.

La presentación se avoca al nacionalismo económico cardenista, en mi opinión, más como   consecuencia de las condiciones prevalecientes bajo su gobierno y a la postura un tanto “radical” de algunos de sus colaboradores, como Francisco Múgica, que por decisión personal.

El periodo cardenista presenció un complejo juego de fuerzas políticas en acción enmarcado en un contexto internacional crítico. La conflagración mundial, el liderazgo obrero a nivel nacional e internacional, el descontento campesino, los poderosos cacicazgos locales que controlan a las  bases campesinas a través de organizaciones regionales, el gabinete dividido en facciones y  la confrontación entre Calles y Cárdenas. En fin, en este intrincado escenario asume el poder ejecutivo el Gral. Lázaro Cárdenas del Río (1934-1940). Su cercanía a Plutarco Elías Calles hace suponer que se sometería a las decisiones de este último.

Es importante destacar que la trayectoria política de  Lázaro Cárdenas inició cuando se adhiere al movimiento constitucionalista, en contra del régimen dictatorial de Victoriano Huerta, bajo la dirección de Venustiano Carranza (Plan de Guadalupe 1913) y en 1920, fiel a Calles, y subordinado en ese momento al Gral. Arnulfo
Gómez, se incorpora a la rebelión anticarrancista a través del movimiento de Agua Prieta[1].

 Levantamiento que culmina con el asesinato del Primer Jefe  del Ejército Constitucionalista, Venustiano Carranza (1920). Lázaro Cárdenas asumió entre otros cargos: La Secretaría de Guerra y Marina en el gobierno interino de Adolfo de la Huerta; La Secretaría de Gobernación bajo el gobierno de Álvaro Obregón; y la gubernatura  de Michoacán (1928-1932).

La trayectoria político- militar de Lázaro Cárdenas estaba  ligada a su estrecha relación con Plutarco Elías Calles. Al aceptar su candidatura al gobierno de Michoacán, Cárdenas expone lo que él llamó su “criterio político-social” y declaraba abiertamente su admiración por Calles y por Álvaro  Obregón por el interés de ambos de resolver los problemas sociales del pueblo.La crisis política que convulsionó al país a consecuencia del asesinato de Álvaro Obregón (17 de julio de 1928) Cárdenas se alineó activamente al lado de Calles e incluso consideraba necesario que éste continuara un tiempo en el poder[2] En suma, el apoyo de Calles fue determinante en su ascenso a la Presidencia de la República.