jueves, 3 de mayo de 2012

Tequila: símbolo, patrimonio e imaginario mexicano


Liliana López Levi


Para integrar a población diversa en un territorio nacional se requiere darle sentido a la unión, crear elementos comunes e identidades. Para ello, son útiles los símbolos que le dan sentido a la amalgama, a la asociación de los grupos diversos. Para configurar el imaginario mexicano se crearon en primera instancia símbolos patrios. Con paso del tiempo, se fueron uniendo otros elementos entre los que podemos mencionar atuendos, canciones, platillos, bebidas e incluso elementos del paisaje. En fin, una serie de cosas que por todo el mundo se identifican con México.

En particular el Tequila es una bebida, que desde mediados del siglo XX se posicionó como  uno de los símbolos más importantes de la mexicanidad. A ello contribuyeron la época de oro del cine nacional, de la radio y la canción mexicana, así como un periodo en el que los gobiernos dedicaron grandes esfuerzos en construir una ideología nacionalista.

La bebida se llama Tequila, en honor a su lugar de origen, un pueblo de Jalisco donde se establecieron muchas empresas destiladoras. Sin embargo, el territorio involucrado es más amplio, se trata de la zona donde se produce el agave azul. Se trata de la región donde se reconoce la denominación de origen, donde el paisaje agavero se ha convertido en patrimonio de la humanidad y donde se han establecido rutas turísticas. La bebida y la región han servido y acompañado a los impulsores del desarrollo y del progreso, desde los tiempos del discurso nacionalista hasta el actual que coloca al turismo como estrategia prioritaria a nivel nacional para generar crecimiento económico y bienestar social.


El presente trabajo se enfoca en el caso del Tequila, la bebida y de Tequila, la región y el pueblo, para analizar la forma en que un símbolo de lo mexicano se vuelve territorio y es posteriormente utilizado para beneficio de unos cuantos. Con base en ello, se hace una reflexión sobre el uso político, económico y cultural del imaginario de lo mexicano para la justificación de prácticas sociales, que en concordancia con el sistema capitalista, producen exclusión y siguen la lógica del consumo.