Estudio y análisis multidisciplinarios de los diversos proyectos de nación del Estado mexicano posrevoliucionario. Ideologías e imaginarios nacionales en la Filosofía, la Historia, el Derecho, la Educación, el Arte, la Prensa, el Cine...
miércoles, 24 de abril de 2013
lunes, 8 de abril de 2013
Trotsky, Breton y Rivera; cuando la revolución y el arte confluyen. Muralismo, Surrealismo y revolución.
David Rodrigo García
Elementos generales de la interpretación marxista de Trotsky sobre el arte y la cultura.
Una aproximación desde el marxismo al concepto de cultura
La producción y reproducción de la sociedad humana, que transforma a la naturaleza, crea cultura. Bolívar Echeverría señaló que la cultura es el resultado de un proceso dialéctico entre lo social humano y lo natural[1]. León Trotsky nos ofrece una definición que coincide con esta perspectiva de raigambre marxista:
Cultura es todo lo que ha sido creado, construido, aprendido, conquistado por el hombre en el curso de su Historia, a diferencia de lo que ha recibido de la Naturaleza, incluyendo la propia historia natural del hombre como especie animal. La ciencia que estudia al hombre como producto de la evolución animal se llama antropología(…) Cuando hablamos de la cultura acumulada por las generaciones pasadas pensamos fundamentalmente en sus logros materiales, en la forma de los instrumentos, en la maquinaria, en los edificios, en los monumentos... ¿Es esto cultura? Desde luego son las formas materiales en las que se ha ido depositando la cultura -cultura material-. Ella es la que crea, sobre las bases proporcionadas por la Naturaleza, el marco fundamental de nuestras vidas, nuestra vida cotidiana, nuestro trabajo creativo. Pero la parte más preciosa de la cultura es la que se deposita en la propia conciencia humana, los métodos, costumbres, habilidades adquiridas y desarrolladas a partir de la cultura material preexistente y que, a la vez que son resultado suyo, la enriquecen[2].
La cultura consiste, según Trotsky, en la objetivación de las relaciones sociales (objetivación que se expresa de infinitas forma y contenidos: herramientas, vivienda, vestido, comida, sexo, artesanías, rituales, música, fiestas, formas de pensar, formas concretas de subjetividad, mitos, etc.) y el reflejo dialéctico de este proceso en la subjetividad. La transformación cultural de la naturaleza (que se diferencia de la transformación instintiva de los topos) crea cultura material, y una cultura espiritual como su expresión social subjetiva, la transformación social de la naturaleza crea un medio social que subsume a la naturaleza y crea una realidad con una dinámica y leyes propias, ésta nueva realidad social no está determinada por las leyes biológicas o puramente naturales.
El “Nacionalismo Revolucionario” Cardenista
Martha Sánchez Dettmer
El propósito de este documento es el abordar algunos aspectos, a mi juicio, básicos para aproximarnos a lo que se ha llamado “el nacionalismo revolucionario” cardenista y los elementos que se conjugaron para colocar al estadista, en el imaginario nacional, como el líder popular que logró “la emancipación económica de la nación”.
Aunque en realidad este gobierno conseguirá a través de una audaz política de masas, lo que sus antecesores ya habían intentado, desactivar a los grupos populares e incorporarlos al partido oficial y al estado.
La consolidación de un Estado nacional sólido en torno a un partido oficial y a la figura de un poder ejecutivo fuerte, permitirán a sus sucesores, estructurar las políticas pertinentes para dar impulso a la acumulación de capital en México vía la inversión extranjera, la apertura económica y comercial.
El populismo cardenista trazará entre sus objetivos, el asumir el liderazgo de las reivindicaciones de las clases oprimidas. Uno de los ejes de su proyecto, más allá de los manifestados discursivamente, lo constituyó la incorporación de los grupos indígenas a la nación mexicana.
Otro tema a tratar en este texto y que está estrechamente relacionado con la integración del indio a la nación mexicana, como parte del proyecto del estado nacional, es el establecimiento del Instituto Lingüístico de Verano en México en el año de 1935.
La Política y la Filosofía esteticista de José Vasconcelos: una síntesis del proyecto educativo, latinoamericano y de Nación.
Luis Veloz
Lo hacemos saber a todo el mundo: la Universidad de México
va a estudiar un proyecto de ley para la educación intensa, rápida,
efectiva de todos los hijos de México. Que todo aquel que tenga una
idea nos la participe; que todo el que tenga su grano de arena lo aporte.
José Vasconcelos
Lo hacemos saber a todo el mundo: la Universidad de México
va a estudiar un proyecto de ley para la educación intensa, rápida,
efectiva de todos los hijos de México. Que todo aquel que tenga una
idea nos la participe; que todo el que tenga su grano de arena lo aporte.
José Vasconcelos
Introducción
Sin duda, uno de los personajes más importantes para comprender la configuración de la nación mexicana, así como sus imaginarios, es José Vasconcelos. Es innegable que su obra política y filosófica, además de ser basta o voluminosa, al igual se halla demarcada por dos momentos de importante trascendencia tanto para México como para Latinoamérica, a saber: 1) el proyecto educativo nacional (llevado a cabo en tiempos de Revolución), y 2) la idea de la raza latina como oposición a la supremacía de los Estados Unidos. El trabajo que presento a continuación, está enfocado a discernir, de manera breve, el papel que juega la política educativa y la filosofía esteticista de Vasconcelos en el marco histórico-social del pasado siglo XX, y mostrar así, los puntos de contacto que podemos hallar colindando en un lado y en otro.
I- Breve escarceo histórico en torno a la vida y obra de José Vasconcelos.
Para el objetivo ya expuesto, antes que nada me gustaría orientar esta primera parte al acercamiento del contexto histórico en el que vive y piensa José Vasconcelos. Hegel nos recordó en la Filosofía del derecho y las Lecciones sobre la filosofía de la historia universal[1], que todo hombre es un hijo de su tiempo, dicho en otras palabras, todo hombre está inmerso, en su carácter de existente, en una circunstancia y en un momento histórico determinado que permite que afloren sus ideas. Siguiendo esto como guía, empecemos nuestro escrito con lo siguiente.