El Estado mexicano surge de una Revolución, y como tal, su creación, sentido y existencia se decidió en la interpretación de ese acontecimiento. Tanto el Estado y la nación mexicanos se instauraron concibiéndolos desde diferentes ideologías e intereses como el proyecto surgido de esa revolución. En este espacio registraremos la investigacion de esas diversas perspectivas ideológicas, culturales e imaginarias.

viernes, 4 de noviembre de 2011

Justo Sierra y la nación mexicana

Orlando Ruedas Mendoza                                                                                                     
En la cruz del helénico guerrero
La Patria, santo amor, nos ilumina;
La libertad albea matutina
Del tracio esclavo en el suplicio fiero.
Uno hay mayor del Gólgota el madero;
Porque en el ser de paz que allí se inclina
El alma en sus anhelos se adivina
Que está crucificado en el hombre entero.
De esas tres hostias de una gran creencia,
Sólo Jesús resucitó y alcanza
Culto en la cruz, señal de su existencia.
Es que nos ha dejado su enseñanza,
Un mundo de dolor en la conciencia
Y en el cielo una sombra de esperanza.
Tres cruces. Justo Sierra

Se llegaba el fin de siglo. Porfirio Díaz pensaba en la próxima reelección. El llamado grupo de los “científicos” compartían el poder desde el Congreso y las Secretarías de Estado. Era tiempo de mostrar hacia el interior y el exterior la evolución sin precedente alcanzada por México en casi un cuarto de siglo. José Yves Limantour, titular de la Secretaría de Hacienda, eligió a los dos hombres idóneos para dar fe de ello. Santiago Ballescá, editor de México a través de siglos, haciendo gala de lo más avanzado en tipografía daría forma a la gran obra.Justo Sierra Méndez, el insigne intelectual campechano, la dirigiría. El plan de la obra era mostrar el progreso en los ámbitos social, económico, cultural, militar, jurídico, político, en fin, una revisión total y unificada de la historia del país que desembocaría en el diagnóstico de la era actual. Las primeras monografías fueron encargadas a diferentes autores, la mayoría de ellos funcionarios del gobierno, mientras que el diagnóstico final sería elaborado por el mismo Sierra. Al respecto de éste, afirma Álvaro Matute: “El panegírico nunca llegó. Sierra emprendió lo que puede considerarse como la mejor síntesis de la historia mexicana nunca antes   elaborada”. En esa síntesis Sierra encontró un “falla”, la mano firme que debió conducir el destino del país en tiempos de crisis, tendría que ser sustituida por un pueblo bien constituido capaz de gobernarse para emprender su verdadera evolución política. Y Sierra, agrega Álvaro Matute, se atrevió a “escribirlo en un libro publicado bajo patrocinio oficial que sería distribuido en versiones inglesa y francesa en las legaciones diplomáticas para mostrar al mundo la evolución social mexicana".

lunes, 10 de octubre de 2011

El proyecto de nación en la postura liberal cristiana de Antonio Caso


La Revolución mexicana había sumergido a la nación en el caos que tanto asustaba a los positivistas. Había fracturado la fachada de la bonanza porfirista. El juego de fuerzas desatado por la guerra hizo patente las brutales desigualdades sociales, culturales, económicas y políticas sobre las que se fundaba la nación. De manera que el fin de la Revolución marcó para muchos intelectuales la posibilidad de diagnosticar y proponer soluciones a esas grandes desigualdades.

En este sentido, Caso se ocupó del diagnóstico nacional. Sin embargo, ese diagnóstico partió de herramientas conceptuales producidas por los mismos imaginarios culturales que generaban las desigualdades y las soluciones propuestas, al no salir de ese andamiaje conceptual, no podían más que continuar esa dinámica.

A los grandes problemas nacionales de la posrevolución, que no sólo se originaron debido a las dinámicas internas de la nación, se sumaron problemas internacionales de gran envergadura que implicaban directa o indirectamente a México. Caso enfatizó la necesidad de responder a esos problemas mundiales pero siempre a través de lo que en su balance consistía la experiencia nacional propia, ya que otra forma estaba condenada al fracaso y a la repetición histórica. Se imponía la necesidad de posicionarse ante el surgimiento de los Estados totalitarios, los fascistas y el socialista, porque, en un proceso de reconformación nacional, México era vulnerable a las fuerzas sociales y políticas internas y externas. La experiencia histórica había dejado grandes enseñanzas a Caso. México no podía caer nuevamente en alguna forma de Estado totalitario. En el plano intelectual la manera de combatir esta posibilidad real era desestructurando los fundamentos del totalitarismo y proponiendo los fundamentos de otra forma de organización estatal. Caso asumió, en su imaginario de construcción nacional, como la mejor forma de organización estatal a la democracia, pero una democracia adecuada a las “circunstancias nacionales reales” y soportada por una ética basada en el personalismo cristiano; una democracia liberal elitista e ilustrada que debía desembocar en un nacional-socialismo con características muy particulares.

Para sostener las tesis planteadas he dividido en dos partes la exposición. En la primera, que juzgo determinante para comprender la postura de Caso, expongo los referentes históricos-ideológicos-intelectuales en los que Caso estuvo imbuido. En la segunda parte hago una exposición de las premisas filosófico políticas casianas sobre el Estado totalitario, sobre la noción del personalismo cristiano y sobre la democracia liberal a que debía tender México. Premisas que fundamentaron su proyecto de nación.

jueves, 29 de septiembre de 2011

Los grupos indígenas y el proyecto de nación de Manuel Gamio

Tras cumplirse en el año 2010 doscientos años del inicio de la Independencia de México y un siglo del aniversario del comienzo de la Revolución resurge la interrogante sobre la importancia y significación de esos procesos socio-históricos hoy día, especialmente por la manera en que marcaron de forma indeleble la historia de México; y más en el contexto actual caracterizado por cambios de diversa índole –social, cultural, económico- que hacen cuestionarnos las ideas que sobre el estado nacional teníamos por buena parte del siglo XX. En consecuencia, también se someten a escrutinio las narrativas, debates, discursos y posturas políticas sobre las cuales se fundaba el sustrato ideológico de los proyectos de nación y cuyo origen se remonta a los inicios de la centuria pasada. Hace falta una relectura crítica –reconstructiva y retrospectiva- de los imaginarios y las genealogías conceptuales sobre las que se basaron los nacionalismos mexicanos de variados cuños ideológicos –liberales, socialista y conservadores- durante principios del siglo XX, y que, además, nos remiten a autores tan variados y disímiles como Manuel Gamio, Justo Sierra, José Vasconcelos, Vicente Lombardo Toledano y los muralistas, entre muchos otros.

Uno de los autores menos abordados a este respecto ha sido Manuel Gamio, quien participó activamente en el proceso de reconstrucción de México, después de la Revolución de 1910. Por ello, desde una perspectiva histórico-antropológica, el presente trabajo, aborda, de manera general, cuál fue la representación de los indígenas y el lugar de estos grupos en el proyecto de nación (patria) que Manuel Gamio esbozó en Forjando Patria (1916), en el contexto de la parte final de la etapa armada de la Revolución y en el marco de los antecedentes inmediatos de la Constitución de 1917, preámbulos del inicio de la construcción del proyecto nacional...


lunes, 7 de marzo de 2011

Cuento "filibusteros"

A continuación presentamos el cuento ganador del concurso de cuento "Inventar las revoluciones" de la Facultad de Filosofía y Letras, escrito por uno de los integrantes de nuestro seminario.

El cuento trata de expresar la concepción americana de la revolución, una concepción fundada en una particular mitología y forma de concebir el tiempo y el mundo, una racionalidad particularmente diferente que piensa la revolución en otros términos: el mito, la tradición, el sueño, la magia, el pasado; diferente al tiempo lineal del progreso y la racionalidad occidental. El autor cree profundamente en que es posible construir otro mundo donde quepan muchos mundos, y que para hacerlo, es necesario mirar  hacia esos otros mundos que ya han existido, los mundos de los pueblos originarios e indígenas.


 

domingo, 6 de marzo de 2011

Temas del Seminario

A continuación se presentan las listas de los temas de investigación a desarerollar en el seminario por los integrantes del mismo de ambas sedes, de la FES-Acatlán y de la Facultad de Filosofía y Letras: